4.- Otros atractivos turísticos importantes cercanos a la ciudad del Cusco.
Raqchi
Siguiendo la ruta hacia el este de la ciudad, por la carretera hacia Puno, en el Km. 125 se encuentra la población de Raqchi, que pertenece al distrito de San Pedro de Cacha, provincia de Canchis. Raqchi se halla a la ribera izquierda del río Vilcanota a una altura de 3500 mts., aparentemente su nombre prehispánico fue “Cacha” y no “Raqchi”, desconociéndose su origen y correcta pronunciación; las evidencias indican que Raqchi fue una población compleja con múltiples construcciones de diversa índole, incluyendo terrazas agrícolas, “kanchas”, “wayranas”, “qolqas”, templos diversos, fuentes religiosas, etc.; fue posiblemente un tambo importante en la ruta hacia el Collasuyo.
Dentro de todo el complejo, resalta la presencia del denominado “Templo de Wiraqocha”, que de acuerdo a la tradición fue mandado a construir por el Inka Wiraqocha en homenaje al Dios Superior invisible de los Andinos: Apu Kon Titi Wiraqocha. Pedro Cieza de León recogió la tradición que indica que el templo fue construido luego de la aparición en el lugar de un hombre que hacía milagros, pero los habitantes del lugar habían decidido apedrearlo; al ir en su busca lo hallaron arrodillado con la manos extendidas hacia el cielo e inmediatamente después cayó una lluvia de fuego; los hombres arrepentidos lo dejaron, el extraño hombre se fue hacia el mar y se sumergió en las aguas desapareciendo por siempre. En el interior de la iglesia de una sola nave se observan dos porciones diferentes que corresponden a las dos etapas de su construcción, separadas por el actual arco toral; la más antigua y exornada de estilo mudéjar (estilo arquitectónico que mezcla elementos árabes y cristianos, desarrollado entre los siglos XIII al XVI) se encuentra al fondo donde se halla el altar mayor, la porción tardía está hacia la entrada o hacia la fachada; esa es la razón por la que la iglesia cuenta con dos púlpitos, el más antiguo está debajo del arco toral y el tardío en la pared opuesta más hacia el exterior.
Es impresionante la cantidad de frescos que recubren las paredes y especialmente el cielo raso con motivos geométricos y flores con adornos dorados. El Altar Mayor es barroco y está tallado en cedro y dorado con hojas de oro en cuya porción central superior se encuentra la imagen en bulto de la “Virgen del Rosario”, su tabernáculo está cubierto con planchas de plata repujada y también tiene una espejería inferior colocada para reflejar la luz de las velas y la que ingresa por la puerta para así ayudar a la iluminación interior.
Es impresionante la cantidad de frescos que recubren las paredes y especialmente el cielo raso con motivos geométricos y flores con adornos dorados. El Altar Mayor es barroco y está tallado en cedro y dorado con hojas de oro en cuya porción central superior se encuentra la imagen en bulto de la “Virgen del Rosario”, su tabernáculo está cubierto con planchas de plata repujada y también tiene una espejería inferior colocada para reflejar la luz de las velas y la que ingresa por la puerta para así ayudar a la iluminación interior.
Posteriormente se decidió la construcción de un templo en su memoria y la escultura de un ídolo en piedra que según algunos conquistadores que lo vieron debió ser la imagen de algún apóstol cristiano que pasó por estas tierras; en cuanto a la lluvia de fuego es posible que se refiera a alguna erupción del hoy apagado volcán de Kinsach’ata en la cercanías del lugar, prueba de ello es la existencia de gran cantidad de lava seca (roca volcánica) en toda la zona.
Dentro de todo el complejo, resalta la presencia del denominado “Templo de Wiraqocha”, que de acuerdo a la tradición fue mandado a construir por el Inka Wiraqocha en homenaje al Dios Superior invisible de los Andinos: Apu Kon Titi Wiraqocha. Pedro Cieza de León recogió la tradición que indica que el templo fue construido luego de la aparición en el lugar de un hombre que hacía milagros, pero los habitantes del lugar habían decidido apedrearlo; al ir en su busca lo hallaron arrodillado con la manos extendidas hacia el cielo e inmediatamente después cayó una lluvia de fuego; los hombres arrepentidos lo dejaron, el extraño hombre se fue hacia el mar y se sumergió en las aguas desapareciendo por siempre.
Posteriormente se decidió la construcción de un templo en su memoria y la escultura de un ídolo en piedra que según algunos conquistadores que lo vieron debió ser la imagen de algún apóstol cristiano que pasó por estas tierras; en cuanto a la lluvia de fuego es posible que se refiera a alguna erupción del hoy apagado volcán de Kinsach’ata en la cercanías del lugar, prueba de ello es la existencia de gran cantidad de lava seca (roca volcánica) en toda la zona.
El “Templo de Wiraqocha” es una construcción grandiosa para su época, arquitectónicamente es clasificada como “kallanka”. Además, en este lugar se encuentran otros sectores muy importantes con restos de “wayranas” con una sola pared medianera similares a la encontrada en el sector “industrial” en Machu Picchu cuya función específica es desconocida; hay por su parte, una gran cantidad de “qolqas” con paredes de tipo “pirka”.
Andahuaylillas
Es un distrito de la provincia de Quispicanchis a unos 40 Kms. al oriente de la ciudad del Qosqo y a 3100 m.s.n.m. Andahuaylillas es un pueblito muy acogedor, con un clima abrigado bastante benigno como consecuencia de encontrarse rodeado de montañas y a la ribera izquierda del río “Vilcanota” que más abajo se denomina “Urubamba”; sus tierras tienen una fertilidad privilegiada y su gente es tranquila y amigable.
En su extensa Plaza Principal, adornada con “pisonaes” y palmeras se encuentra su más valiosa joya: la iglesia colonial de Andahuaylillas, considerada como la “Capilla Sixtina” de las Américas, por la calidad de los trabajos de arte que se encuentran en su interior. Esa iglesia fue construida sobre alguna construcción Inkásica importante, posiblemente una “Waka” ya que las bases de la iglesia fueron hechas con andesitas labradas propias de la arquitectura religiosa Quechua; a su vez, en los alrededores se encuentran restos de otras construcciones Inkásicas, resaltando la portada de arquitectura transicional (transición de lo Inka a lo colonial) al costado occidental de la iglesia con esculturas de dos cuadrúpedos en su dintel.
En su extensa Plaza Principal, adornada con “pisonaes” y palmeras se encuentra su más valiosa joya: la iglesia colonial de Andahuaylillas, considerada como la “Capilla Sixtina” de las Américas, por la calidad de los trabajos de arte que se encuentran en su interior. Esa iglesia fue construida sobre alguna construcción Inkásica importante, posiblemente una “Waka” ya que las bases de la iglesia fueron hechas con andesitas labradas propias de la arquitectura religiosa Quechua; a su vez, en los alrededores se encuentran restos de otras construcciones Inkásicas, resaltando la portada de arquitectura transicional (transición de lo Inka a lo colonial) al costado occidental de la iglesia con esculturas de dos cuadrúpedos en su dintel.
Ingresando a la iglesia por su puerta principal, en el interior, hacia la izquierda se encuentra el baptisterio, alrededor de su entrada de medio punto se lee la inscripción “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén”; lo interesante es que esa inscripción está en los cinco idiomas vigentes a la época de la construcción de la iglesia: Latín, Español, Quechua, Pukina y Aymara (Pukina es hoy una lengua extinta).
En la cara posterior a la fachada, es decir en el interior, y en ambos lados de la puerta se encuentran murales que representan un camino profano y atractivo muy concurrido que conduce hacia el infierno y otro virtuoso hacia el cielo.
En la cara posterior a la fachada, es decir en el interior, y en ambos lados de la puerta se encuentran murales que representan un camino profano y atractivo muy concurrido que conduce hacia el infierno y otro virtuoso hacia el cielo.
Pikillacta
Constituye un Parque Arqueológico Nacional que a su vez incluye muchos otros grupos arqueológicos aledaños, cubriendo un área de 3,421 hectáreas. Está ubicado en la provincia de Quispicanchis hacia el este de la ciudad del Qosqo y a 32 kms. de distancia por la actual carretera asfaltada que conduce hacia Puno y Arequipa; abarca territorio en los distritos de Oropeza, Lucre y Andahuaylillas, en las cercanías de la laguna de Wakarpay que se encuentra a 3200 m.s.n.m.
Cabe indicar que en los Andes peruanos se encuentran unos 12 mil lagos pequeños de agua dulce como Wakarpay, casi todos ellos ricos en flora y fauna; observándose normalmente totorales donde habitan patos salvajes de diversas especies, ganzos, parihuanas (flamencos), etc. y peces entre los que sobresalen las truchas y pejerreyes. “Pikillaqta” es palabra Quechua compuesta que significa “pueblo de pulgas” (“piki” = pulga, “llaqta” = pueblo); ese no es el nombre original de la zona o la población principal, hoy se ignora su denominación en el Inkario y aún peor la que tuvo en época anterior.
El pueblo prehispánico de Pikillaqta se ubica a 3350 m.s.n.m. y correspondió a una ciudad satélite de la Cultura Wari desarrollada en el actual departamento de Ayacucho. La cultura Wari es una mezcla de elementos culturales de las culturas Warpa, Nazca y Tiawanako; emprendió el inicio de su expansión territorial y luego la invasión Wari en el Valle del Qosqo hacia el año 750 de nuestra era desarrollándose hasta aproximadamente el año 1100 D.C.
Todo indica que al inicio del Inkario los Wari fueron vencidos en la región, conquistados y absorbidos siendo su ciudad reutilizada para los intereses del Tawantinsuyo.
De acuerdo a algunos cálculos en su apogeo debió poseer una población de unas 10 mil personas; la ciudad tiene un diseño geométrico muy armonioso y casi perfecto, dividido en bloques y con calles rectas.
Sus construcciones eran de 2, y hasta 3 plantas, con paredes altas hechas de piedras no labradas con mortero de arcilla, paredes de espesor considerable en la base y ancho decreciente hacia arriba. De acuerdo a los estudios realizados por la expedición dirigida por Gordon Mc. Ewan a inicios de la década de los 90, esas paredes originalmente estaban cubiertas con reboque de barro de 9 cm. de espesor y estuco de yeso, asimismo los pisos hechos con una gruesa capa de yeso, demostrándose que en el año 750 D.C. esa era una ciudad blanca; con habitaciones estrechas seguramente adaptadas al largo de los troncos de madera disponible en la zona para la división de los pisos o plantas.
La superficie del piso que hoy se observa en el lugar corresponde en la mayor parte de los casos al inicio de la segunda planta, estando la primera planta cubierta por las piedras y todo el material de los pisos superiores que se desplomaron a lo largo de siglos.
En 1927, Justo Román Aparicio, al ejecutar excavaciones arqueológicas en el lugar halló 40 microesculturas en sedalita (muchos la denominan “turquesa”) que hoy se exhiben en el Museo Arqueológico del Qosqo; posteriormente Luis A. Pardo encontró una escultura en piedra que representa un puma en tamaño natural. No pocos aducen que en el Inkario, Pikillaqta se utilizó como una ciudad para “mitimaes”, es decir naciones o pueblos enteros desplazados de sus regiones originales.
En 1927, Justo Román Aparicio, al ejecutar excavaciones arqueológicas en el lugar halló 40 microesculturas en sedalita (muchos la denominan “turquesa”) que hoy se exhiben en el Museo Arqueológico del Qosqo; posteriormente Luis A. Pardo encontró una escultura en piedra que representa un puma en tamaño natural. No pocos aducen que en el Inkario, Pikillaqta se utilizó como una ciudad para “mitimaes”, es decir naciones o pueblos enteros desplazados de sus regiones originales.
Tipón
Fue un lugar importante y un adoratorio mayor, donde se rendía culto al agua con el cuidado y veneración con que los incas trataban a dicho elemento.
Este antiguo poblado inka está ubicado a 23 km. al sudeste de la capital inkaica, a una altitud de 3,560 m.s.n.m.; pero la zona más alta del parque se encuentra en el abra de Ranraq’asa sobre los 3,850 metros. Pertenece al distrito de Oropesa, provincia de Quispicanchis en el Cusco.
Este antiguo poblado inka está ubicado a 23 km. al sudeste de la capital inkaica, a una altitud de 3,560 m.s.n.m.; pero la zona más alta del parque se encuentra en el abra de Ranraq’asa sobre los 3,850 metros. Pertenece al distrito de Oropesa, provincia de Quispicanchis en el Cusco.
Para poder llegar se toma un desvío en el Km. 22 de la carretera a Puno que conduce a un pequeño poblado de Choquepata. Se sigue la vía principal hasta la modesta iglesia de adobe y doble a la izquierda por un camino asfaltado en regular estado que serpentea colina arriba por unos 4 km. (10 min), no puede perderse. Puede tomar un Tour Privado, transporte privado o transporte público a unos 50 minutos de la ciudad de Cusco. Según las leyendas, Tipón es uno de los jardines reales que ordenó construir Wiracocha.
Está conformado por doce terrazas flanqueadas por muros de piedra perfectamente pulidas y enormes andenes, estos son bastante grandes y conforme se asciende, disminuyen de tamaño, además de canales y caídas de agua ornamentales. Al parecer, el sitio de Tipón fue parte de la hacienda real de Yahuarhuaca y al mismo tiempo, un lugar dedicado al culto religioso y a la experimentación agrícola. Destaca de sobremanera la armonía alcanzada en la conducción del agua a través de las finas estructuras de piedra en forma de acueductos, algunos de ellos subterráneos o de caídas torrenteras.
Por su ubicación y la presencia de una muralla protectiva Tipón debió ser un lugar muy exclusivo, interdependiente con otros sectores que tienen denominaciones diversas entre los que se cuentan “Intiwatana” hacia el oeste, “Pukutuyuq”, “Pukara”, “Hatun Wayk’o”, etc.
Hacia el suroeste del grupo, en la cara casi vertical de la montaña se encuentra el denominado cementerio de “Pitopuqyo”, que hoy contiene hileras de tumbas saqueadas. Es de mencionar que en todo el parque se hallan gran cantidad de vestigios culturales diversos, incluyendo millares de piezas cerámicas de superficie.
Hacia el suroeste del grupo, en la cara casi vertical de la montaña se encuentra el denominado cementerio de “Pitopuqyo”, que hoy contiene hileras de tumbas saqueadas. Es de mencionar que en todo el parque se hallan gran cantidad de vestigios culturales diversos, incluyendo millares de piezas cerámicas de superficie.
Moray
Moray es un formidable complejo arqueológico, conformado por admirables sistemas de andenerías, de enormes terrazas que se superponen concéntricamente, tomando la forma de un gigantesco anfiteatro. Estas hermosas terrazas conformaron un gran laboratorio agrícola, en el que los antiguos peruanos experimentaron y obtuvieron mejoras. Se lograron increíbles avances en la agricultura, la cual constituye su principal actividad laboral y la base de su desarrollo económico.
Las enormes terrazas circulares de Moray se ubican a 53 Km. del Cusco por la carretera que conduce al valle del Urubamba.
Moray es un formidable complejo arqueológico, conformado por admirables sistemas de andenerías, de enormes terrazas que se superponen concéntricamente, tomando la forma de un gigantesco anfiteatro. Estas hermosas terrazas conformaron un gran laboratorio agrícola, en el que los antiguos peruanos experimentaron y obtuvieron mejoras. Se lograron increíbles avances en la agricultura, la cual constituye su principal actividad laboral y la base de su desarrollo económico.
Las enormes terrazas circulares de Moray se ubican a 53 Km. del Cusco por la carretera que conduce al valle del Urubamba.
El Complejo Arqueológico de Moray
La genial y atrevida concepción de sus construcciones incaicas no tuvo límites para los antiguos peruanos. A lo largo y ancho del mundo, los hombres generalmente hicieron construcciones a partir del suelo hacia arriba. En Moray trabajaron hacia abajo, retirando extraordinarias cantidades de roca y piedras, y empleando miles de trabajadores durante varias generaciones, para dar forma a varios agrupamientos de andenes en forma circular casi perfecta. Es posible que la palabra Moray tenga que ver con el término "amoray" con el que se denominaba a la cosecha de maíz; o con "moraya" o "moray", que era el nombre de la papa deshidratada.
La periodista y escritora, Alfonsina Barrionuevo, define a este monumento de la siguiente manera: "A unos 7 km. de Maras se encuentran los jardines colgantes de Moray construidos en un hoyo gigantesco de tierra. Una serie de andenes circulares descienden hasta una profundidad de 150 metros. Allí los Incas cultivaron maíz, quinua, panti, flores de kantu y otras plantas en vías de experimento para recreo de sus señores. Un sistema de canales donde hoy se deposita la lluvia aseguraba el regadío de las terrazas colgantes del gran anfiteatro. Moray fue sin duda un paraíso artificial de plantas y flores, algo así como un invernadero abrigado en el mismo interior de la tierra".
Los paramentos debieron aprovechar las depresiones naturales del terreno, el cual moldearon de acuerdo a un magistral plan arquitectónico. En este plan se incluía la construcción de toda una red de acueductos y drenes, para la irrigación y el escape de las aguas producto de las precipitaciones fluviales. Su perfección fue tal que hasta el día de hoy funciona impecablemente.
Un Gran Laboratorio Agrícola en los andes, la creación de Microclimas
Los expertos coinciden en que Moray fue un complejo de estructuras para uso agrícola. Actualmente en la planicie mareña se cultivan papas, habas, trigo, cebada y en muy pequeña proporción se cultiva el maíz, porque el frío no es propicio para este cultivo. Hasta hace algunos años los campesinos de la zona todavía cultivaban maíz en las tierras de Moray, pero luego fue prohibido con fines de preservación del monumento.
En algún momento los habitantes de la meseta y los de la quebrada se enemistaron, interrumpiéndose el intercambio de productos. Es ahí donde surge la necesidad de adecuar tierra maizalera en la altura y decidieron cavar estos gigantes embudos para conseguir abrigar en algo el terreno para el cultivo del maíz. Se comprobó la existencia de varios microclimas, se encontró que el nivel inferior registró la más alta temperatura, seguida por la pampa natural fuera de la andenería y finalmente, las últimas graderías registraron la más baja temperatura. Es posible que los antiguos moradores del lugar, por alguna razón, debieron requerir de mayor cantidad de maíz y tal vez esa haya sido la causa para que construyeran este fastuoso complejo arqueológico.
La genial y atrevida concepción de sus construcciones incaicas no tuvo límites para los antiguos peruanos. A lo largo y ancho del mundo, los hombres generalmente hicieron construcciones a partir del suelo hacia arriba. En Moray trabajaron hacia abajo, retirando extraordinarias cantidades de roca y piedras, y empleando miles de trabajadores durante varias generaciones, para dar forma a varios agrupamientos de andenes en forma circular casi perfecta. Es posible que la palabra Moray tenga que ver con el término "amoray" con el que se denominaba a la cosecha de maíz; o con "moraya" o "moray", que era el nombre de la papa deshidratada.
La periodista y escritora, Alfonsina Barrionuevo, define a este monumento de la siguiente manera: "A unos 7 km. de Maras se encuentran los jardines colgantes de Moray construidos en un hoyo gigantesco de tierra. Una serie de andenes circulares descienden hasta una profundidad de 150 metros. Allí los Incas cultivaron maíz, quinua, panti, flores de kantu y otras plantas en vías de experimento para recreo de sus señores. Un sistema de canales donde hoy se deposita la lluvia aseguraba el regadío de las terrazas colgantes del gran anfiteatro. Moray fue sin duda un paraíso artificial de plantas y flores, algo así como un invernadero abrigado en el mismo interior de la tierra".
Los paramentos debieron aprovechar las depresiones naturales del terreno, el cual moldearon de acuerdo a un magistral plan arquitectónico. En este plan se incluía la construcción de toda una red de acueductos y drenes, para la irrigación y el escape de las aguas producto de las precipitaciones fluviales. Su perfección fue tal que hasta el día de hoy funciona impecablemente.
Un Gran Laboratorio Agrícola en los andes, la creación de Microclimas
Los expertos coinciden en que Moray fue un complejo de estructuras para uso agrícola. Actualmente en la planicie mareña se cultivan papas, habas, trigo, cebada y en muy pequeña proporción se cultiva el maíz, porque el frío no es propicio para este cultivo. Hasta hace algunos años los campesinos de la zona todavía cultivaban maíz en las tierras de Moray, pero luego fue prohibido con fines de preservación del monumento.
En algún momento los habitantes de la meseta y los de la quebrada se enemistaron, interrumpiéndose el intercambio de productos. Es ahí donde surge la necesidad de adecuar tierra maizalera en la altura y decidieron cavar estos gigantes embudos para conseguir abrigar en algo el terreno para el cultivo del maíz. Se comprobó la existencia de varios microclimas, se encontró que el nivel inferior registró la más alta temperatura, seguida por la pampa natural fuera de la andenería y finalmente, las últimas graderías registraron la más baja temperatura. Es posible que los antiguos moradores del lugar, por alguna razón, debieron requerir de mayor cantidad de maíz y tal vez esa haya sido la causa para que construyeran este fastuoso complejo arqueológico.
Maras
Maras se encuentra a 46 kilómetros de Cusco, en el Valle Sagrado de los Incas, en la provincia de Urubamba, se sitúa a la cota de 3.375 msnm.
Como atractivos turísticos cuenta con:
Una iglesia colonial, la iglesia de San Francisco de Asis, en las afueras de la ciudad, sus paredes de barro se apoyan sobre una base de mampostería en piedra;
En una zona de salinas, se trata de un afloramiento de aguas termales saladas, estas son conducidas a diversos estanques de evaporación, donde en ciclos de unos 24-30 días las 120 familias que se ocupan de esta actividad retiran el sal que después de ser iodado es comercializado en el mercado local.
Las minas de sal de la región han sido explotadas desde el incanato, y durante el período virreinal fueron el primer centro productor de sal de la parte meridional de la sierra.
Alfonsina Barrionuevo en su libro "Cusco Mágico" consigna acerca del origen de esta población: "Los maras creen que descienden de los antiguos maras que salieron del corazón de una montaña, el sagrado Tanpu T'oqo. Esta montaña de leyenda existe en la provincia de Paruro y tenía tres ventanas. De la mayor llamada Qhapaq T'oqo, "ventana de los señores", salieron los hermanos Ayar, fundadores del Tahuantinsuyo. De las otras salieron los maras y los tambos.
Fuente: